Poner el precio a tu producto es una de las decisiones fundamentales que tomarás algún día como propietario de un negocio. Este tiene un impacto directo en el flujo de efectivo, los márgenes de beneficio y la demanda de los clientes en el mercado.
Hoy en día, la competencia ha hecho que los clientes estén bien informados sobre sus compras y busquen los máximos beneficios por su dinero. Fijar el precio de un producto requiere una planificación cuidadosa y una comprensión del valor del trabajo que se realiza para fabricarlo.
Al hacerlo, tendrás que asegurarte de obtener suficientes ingresos para mantener el negocio en el mercado sin dejar de ser competitivo. A continuación, te daremos algunos consejos para que puedas determinar en cuánto vender tu producto de la mejor forma posible.
Qué es y cómo calcular el precio de un producto
El precio de un producto es, de manera resumida, el valor monetario que un consumidor debe pagar para obtenerlo. Este valor es el resultado de sumar todos los costos de producción involucrados (directos e indirectos), al margen de ganancia que se espera recibir.
Para poner el precio a un producto, el productor debe considerar diversos aspectos de su negocio y compararlo con el mercado en el que opera. Si estás pensando en fijar el precio de un producto, estos consejos te pueden ser de mucha utilidad.
Calcula cuánto cuesta fabricar tu producto
Antes de poner un precio a un producto tendrás que tener muy claro cuánto cuesta realmente fabricarlo. Al calcular cuánto cuesta producir determinado producto o servicio, tenemos que tener en cuenta que hay dos tipos de costos: directos e indirectos.
Los costos directos son aquellos relacionados con la materia prima y a la manufactura, mientras que los indirectos son los impuestos, transporte, marketing, etc. La suma de todos estos gastos es el costo de fabricación de tu producto y servirá de base para determinar su precio en el mercado. Si a este costo le sumas el margen de ganancia que esperas obtener, tendrás el precio aproximado en el que deberías venderlo.
Compara los precios de la competencia
Revisar en cuanto vende tu competencia otros productos similares al tuyo te dará una idea de los precios máximos y mínimos establecidos en el mercado. Una vez que conoces estos límites, puedes jugar con ellos teniendo en cuenta las propiedades de tu producto como calidad, exclusividad, características premium, etc.
Ten en cuenta el volumen de producción
Otro método que puedes aplicar para colocar el precio a un producto utiliza la cantidad de unidades que esperas fabricar y vender. Si conoces el costo de producción unitario y cuantas unidades vas a fabricar, sabrás exactamente cuál será el costo de producción de todo el lote.
Luego, a este costo le sumas la ganancia que esperas obtener por toda la venta y divides este número entre la cantidad de unidades fabricadas. Una vez más, tendrás un precio unitario aproximado que puedes ajustar según las condiciones del mercado, el precio de la competencia, etc.
Recuerda que el precio de un producto no es fijo
Para terminar, debes saber que, aunque el precio de un producto sea el resultado de una evaluación a conciencia, este puede cambiar si es necesario. Tu producto va a ser vendido en el mercado y dependerá mucho de la reacción que tengan los consumidores a su precio.
Si ves que tu producto es muy demandado, puede ser una señal de que está infravalorado y puedes subir su precio gradualmente. Si, al contrario, el producto no tiene una buena salida, puedes ajustar tu margen de ganancias para mantenerte competitivo en el mercado.
